Paisaje del pedregal

Pieza del mes
Julio 2016

Paisaje del pedregal

Del catálogo de la Galería de Arte Mexicano al catálogo razonado de la Fundación

Paisaje del pedregal, 1945, óleo sobre tela

Del 17 al 31 de mayo de 1945, la Galería de Arte Mexicano presentó una exposición individual de obras del pintor Ricardo Martínez de Hoyos. La muestra fue concebida con el afán de mostrar los “notables adelantos e inquietudes”[1] del artista y estuvo integrada por 16 pinturas, entre óleos y temples.

En el catálogo se consigna, entre las obras expuestas, un óleo con el título Paisaje del pedregal, que posiblemente se trata de la pintura que presentamos en esta ocasión como pieza del mes. La principal razón que conduce a esta suposición está en la observación de la naturaleza presente en la composición. El cuadro representa un paisaje rocoso que, si se compara con otras obras que el artista pintó con el mismo tema (El hombre del Pedregal, 1946), se identifica como el Pedregal de San Ángel, región al sur de la Ciudad de México. Las piedras volcánicas que cubrieron el terreno a causa de la erupción del volcán Xitle, son las protagonistas del cuadro y ocupan el centro de la composición, al tiempo que se extienden por la mayor parte del terreno, formando distintos relieves. Un pequeño maguey se observa junto a las rocas. Esta planta era común en la zona en el momento en que la pintura fue realizada y fue representada recurrentemente por el pintor en esta época. Los contornos de las rocas son angulosos y rectos, estilo en que el artista trabajó los perfiles de los objetos en los paisajes que produjo durante esta década y la siguiente.

Es interesante observar la superficie curvilínea ubicada en el ángulo inferior izquierdo, resuelta a partir de pinceladas rápidas y sueltas, que contrasta visualmente con la aspereza y linealidad del resto. De esta manera, el pintor dotó a la obra de una sensación de dinamismo, ligereza y suavidad. El contraste entre estas dos distintas formas y texturas es un aspecto que vale la pena resaltar en esta obra, ya que no se ha observado en otras piezas similares realizadas por el autor en esta década. Ricardo Martínez logra, de manera estética y magistral, un diálogo entre dos tipos de líneas: curva y recta.

La pintura está firmada en el ángulo inferior derecho: Ricardo Martínez de Hoyos – 4/45, lo que manifiesta que fue concluida en abril, tan sólo un mes antes de la apertura de la exposición. Ello evidencia que en la muestra se exhibió lo más actual de su producción, cumpliendo con el objetivo, enunciado al inicio de este texto, de presentar las propuestas e intereses plásticos más recientes de su creador.

La pieza fue integrada al catálogo razonado el pasado mes de abril, cuando su propietario la presentó en las instalaciones de la Fundación Ricardo Martínez con la finalidad de que se efectuara la autentificación y el registro. En este sentido, agradecemos la colaboración de todos los coleccionistas, elemento importante que día a día contribuye de manera sustancial en las tareas de catalogación, investigación y producción de conocimiento sobre la obra del pintor.

Aurora Avilés García
Investigadora
Fundación Ricardo Martínez

[1] Justino Fernández, “Catálogo de exposiciones de arte en 1945”, en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, Suplemento al número 14, 1946, p. 6.

Invitación

Despedida del mar, 1944 cm

El astrónomo, 1944

El hijo pródigo, 1944

Tobías y el ángel, 1944

La luz intensa, 1945

La pizarra, 1945

Niña junto al muro, 1945

Retrato de mi madre, 1945

Retrato de Zarina, 1945